El lenguaje y la proliferación de palabras nuevas (I): el Brexit, el juevintxo y las mejo

Me declaro fan incondicional del lenguaje en general y de los cambios que experimenta de forma continuada en particular. Me gusta esta capacidad que tienen las palabras de adaptarse a situaciones, modas y hechos históricos y transformarse aunque, con el tiempo, algunas de ellas queden desfasadas -como puede ser el caso de tronco, tan usada en los horteras y maravillosos 80- o el guay, que ha sobrevivido ya ha varias generaciones, pero que sospecho que suena algo anticuado a los menores de 20, en especial si va acompañado del sintagma preposicional del Paraguay.
No soy muy amante de encasillar ni clasificar por categorías, creo que todo y todos somos mezclas únicas de muchos factores, pero haré una excepción, pues pienso que en un artículo de estas características la información queda mucho más clara si se presenta en un listado.

Las palabras nuevas según su origen, es decir, qué causó su creación, en qué contexto vieron la luz y, por supuesto, qué significan podrían clasificarse en tres grupos:

• En primer lugar, nos encontramos con las palabras que aparecen de forma paralela a los hechos que provocan la transformación de la sociedad y aquí pongo como ejemplo el Brexit, palabra que designa un hecho histórico reciente, compuesta de Britain y exit (salida, en inglés) y que ha provocado que se empiece a pensar en otras posibilidades (también lingüísticas) como el Frexit. Interesante, ¿no? Sobre todo al pensar que hace no mucho esta palabra no existía.
• En segundo lugar, tenemos palabras nacidas en el contexto del ocio y la diversión (que no falte), como la palabra juevintxo, que descubrí en La cabaña, un bar en el pueblo navarro de mi querida abuela. Está claro que es la tentadora combinación de jueves (cuando ya se huele el fin de semana) y pintxo (me quedaría corta al alabarlos). Dando una vuelta por este mismo pueblo descubrí también la existencia de los domintxos, antídoto infalible para paliar el blues del domingo ¡y me encantó ver que la creación de nuevas palabras es algo contagioso! No quiero cambiar de categoría sin antes mencionar los juernes (jueves+viernes festivo) o los miérdoles, que oí hace un tiempo en un anuncio de algo que ya he olvidado.
• Por último, en esta clasificación espontánea y, en consecuencia no exhaustiva, encontramos el lenguaje de los adolescentes, sin duda fabricantes incansables de palabras nuevas con una esperanza de vida tan corta como la duración de sus estados de ánimos en ocasiones. Y aquí, sin duda, el protagonismo es para mejo, palabra que hace referencia a mejor amiga o amigo, categoría para la que desean ser nominados constantemente nuestros jóvenes. Ser la mejo de alguien debe ser lo más, no hay duda. Me imagino que mejo debe ser una evolución de mi más mejor amiga, que recuerdo que sonaba hace unos años en las aulas de Secundaria. No solo los pokémones evolucionan.

En fin, esta es solo una pequeña muestra de la aparición incesante de palabras nuevas, resultado de la imaginación y creatividad de alguien. Mantén los ojos y los oídos bien abiertos y verás cómo descubres más de una. ¿Te animas?